martes, 21 de diciembre de 2010

Repasando lo mejor del 2010

Antes de empezar con el artículo de hoy, me gustaría pedir disculpas por tener el blog un poco abandonado, las causas del forzoso abandono se las podéis preguntar a mi jefa, que se ha propuesto ella sola, con mi obligada e inestimable ayuda, salir de la crisis en la que el país se encuentra inmerso. Últimamente curro por 2 o 3 españoles con lo que el tiempo que puedo dedicar a mi blog es más bien escaso, así que como siempre he sido un tipo educado pido perdón y me meto en faena.

Con la llegada de las fiestas navideñas y del final del año 2010, es justo y necesario hacer un pequeño y modesto repaso a lo que para mí han sido las mejores canciones de este 2010 que nos deja. Como esto de hacer rankings y clasificaciones siempre ha sido complicado, que se lo digan a los de FHM que ponen a Belén Esteban entre las mujeres más sexys, he intentado valorar un poco de todo, originalidad, producción, calidad musical y gustos personales pero sobre todo me he guiado por las canciones que más han sonado en mi cadena, ipod o spotify, intentando no repetir solista o banda. La clasificación está dividida en música internacional y música española, y ha quedado de la siguiente forma:

Música Internacional

10 - Two Door Cinema Club "Something good can work"
Cierran la lista de las 10 mejores canciones del 2010 estos tres jovencitos irlandeses (en la foto) que se han convertido por meritos propios en una de las sensaciones del año. Su primer y único disco hasta el momento A Tourist History está repleto de hits guitarreros con estribillos pegadizos, ideal para llenar pistas y vender discos. Este Something good can work suena de lujo y es más que merecedor de ocupar una de las 10 primeras posiciones del top 2010.


9 - Yeasayer "O.N.E."
O.N.E. es la mejor canción, sin duda, de Odd Blood, el segundo álbum de estos neoyorkinos que junto con MGMT representan la corriente más psicodélica del pop actual. Excelente electro-pop y ritmos pocas veces oídos para uno de los pelotazos del año y uno de los grupos del futuro que habrá que tener muy en cuenta.

8 - Jonsi "Go Do"
Primer trabajo de Jonsi en solitario tras el paréntesis que se ha tomado con su banda Sigur Ros. Como todo lo de este islandés suena complejo, con una conjunción de instrumentos, voces y sonidos que convierten todas y cada una de sus canciones en obras de arte, y esta es una muestra. Deliciosa.

7 - Band Of Horses "Laredo"
La banda de Ben Bridwell han conseguido sonar como los mejores Eagles y bordar todas y cada una de sus composiciones llevando a las cotas más altas esa especial, única y diferente mezcla de pop, rock y folk. Laredo es sencilla, pero elegante y espectacular y con una melodía que difícilmente podrás quitarte de la cabeza. Sin duda se merece esa séptima posición.

6 - Brandon Flowers "Crossfire"
Se esperaba con inquietud el primer trabajo en solitario del cantante de The Killers y personalmente creo que ha aprobado con buena nota. Crossfire es para mí de largo la mejor canción del disco, suena muy Killers, y Brandon Flowers la lleva a su terreno y realiza una magnífica interpretación, falsete del estribillo incluido. Una canción redonda.

5 - Marina and The Diamonds "Are you Satisfied"
Esta cantante de ascendencia griega ha sido la revelación del 2010. Todo el disco es de gran nivel mezclando pop con pinceladas de melodías y ritmos mediterráneos y sobre todo haciendo brillar la deliciosa voz de Marina. En Are you Satisfied destacan sobre todo los arrreglos de cuerda y el potente estribillo con ese rotundo "My problem, it’s my problem" que la hacen una canción extraordinaria.

4 - Broken Bells "The Ghost Inside"
Uno de los mejores discos del año ha sido el álbum de debut de Broken Bells, grupo formado por el productor Brian Burton y el ex cantante de The Shins John Mercer. The Ghost Inside es pop elegante y sin pretensiones pero con la riqueza musical que proporcionan todas las producciones de Burton y la maravillosa voz de Mercer. Una canción excepcional y un disco excepcional.

3 - Manic Street Preachers "It's not war (just the end of love)"
He vuelto a recuperar mi relación sentimental con MSP que se había deteriorado en los últimos años. Su último disco Postcards From a Young Man suena como los Manic que siempre me han gustado. En un disco con grandes temas como The Descent o Postcards From a Young Man destaca por encima de todos este It's not war (just the end of love) megaproducción con multitud de arreglos de cuerda y la maravillosa voz de James Dean Bradfield, en definitiva, los Manic de siempre.

2 - MGMT “Flash Delirium”
Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser son dos genios y es lógico que alguna de sus canciones estén en mis canciones preferidas del año. Su disco Congratulations, a pesar de ser peor que su predecesor Oracular Spectacular, es un disco excepcional. No tiene ninguna canción que pueda considerarse como single pero entre todas destaca esta obra maestra de la psicodelia pop de los últimos 25 años.

1 - Arcade Fire “Ready to start”
La mejor canción del año tenía que pertenecer al mejor disco del año. Los canadienses se han vuelto a reinventar con The Suburbs y han hecho que los 3 años de espera desde su Neon Bible hayan merecido la pena. El talento de Win Butler vuelve a aparecer en temas como The Suburbs, Empty Room, Sprawl II o We used to wait, pero es la potente Ready to Start la canción elegida como la mejor del año.



Música Española

10 - Ivan Ferreiro "Fahrenheit 451"
Siempre he sido más de Piratas que de Iván Ferreiro en solitario, pero el gallego es de los tipos con más talento de este país. Su Picnic Extraterrestre es un disco tranquilo, sin sobresaltos donde destaca Fahrenheit 451 y esa amenaza abierta a quien no le guste la letra. Gran artista y gran canción.

9 -La Habitación Roja "Voy a hacerte recordar"
Los valencianos son unos veteranos dentro del panorama indie nacional, pero siguen haciendo un pop elegante con un sello muy personal que los ha convertido con los años en referencia dentro del pop patrio. Este Voy a hacerte recordar sin ser su mejor canción suena mucho más eufórico que sus discos anteriores y eso es siempre buena noticia.

8 - Supersubmarina "Niebla"
Buen disco el de debut de estos 4 jienenses que los ha situado en el mapa de la música pop en España y los ha convertido en una de las mayores sorpresas del 2010. Esta Niebla a pesar de ser una canción del 2005 se ha grabado este año con una versión diferente para el disco. Si no fuese porque la voz de José Chino es distinta a la de Iván Ferreiro podría pasar por una canción de los Piratas.

7 - Miss Caffeina "Capitan"
Otra de las sorpresas agradables del 2010 son los madrileños Miss Caffeina (en la foto). Su disco Imposibilidad del Fenómeno recoge un buen puñado de canciones aparentes y aunque la voz de Alberto Jiménez no termina de convencerme me gusta como suenan, sobre todo este Capitán repleto de potentes riffs de guitarra y con ese toque español que le dan las palmas. Interesante.


6 - La Casa Azul "Todas tus amigas"
No tienen nada pero me encantan, no sé lo que hace Guille Milkyway pero siempre acierta con la melodía, el estribillo, los coros ¡con todo! No hay ningún grupo en España como La Casa Azul con sus ventajas y sus inconvenientes. Todas tus amigas es el adelanto de su nuevo disco y suena como siempre, suena muy Milkyway y muy sonido La Casa Azul y por lo tanto… ¡suena genial!

5 - Napoleón Solo "Lolaila Carmona"
Si fuera por número de escuchas este disparate de canción llamada Lolaila Carmona estaría en la primera posición de la lista. Se ha convertido en un himno del 2010 y su estribillo "Las Cosas que me das porque me las quitas luego" en la frase más repetida en mi facebook. El estribillo y la voz de Alonso se meten en la cabeza y es difícil deshacerse de ellas. Una locura, genial, pero locura al fin y al cabo.

4 – Tachenko "Escapatoria"
Con esta canción de los maños Tachenko me ocurre lo mismo que con La Casa Azul, es una canción facilona, con coros facilones y estribillo facilón, pero me encanta como suena y creo que no me hace falta nada más. Si a todo esto le acompañas un video genial…son meritos más que suficientes para aparecer en la lista del mis canciones preferidas del 2010.

3 - Love of Lesbian "Incondicional"
Entre concierto y concierto de su maratoniana gira 1999 que les ha llevado durante todo el año de una punta a otra de España, Santi Balmes y sus chicos han sacado tiempo para publicar esta joyita llamada Incondicional. Está visto que están en racha y que parecen estar tocados por una varita porque todo lo que hacen se convierte en éxito inmediato.

2 - Standstill "Adelante Bonaparte"
Se sacaron de la manga un disco conceptual dividido en tres partes, con canciones instrumentales, ruidos, voces y temas que aparentemente no tenían ningún sentido ni explicación pero que con el número de escuchas se ha convertido en una autentica delicia y un trabajo extraordinario. Enric Montefusco es un genio, y como todos los genios algunas veces es complicado entender lo que quieren expresar, pero con canciones como Adelante Bonaparte poco hay que entender solo disfrutar. Grandes, muy grandes.

1 - Lori Meyers "Mi Realidad"
Para mi han sido el grupo del año y su disco Cuando el destino nos alcance el disco del año, han arriesgado con su sonido haciéndolo más electrónico y han acertado de pleno. Mi Realidad se ha convertido en un himno, pero lejos de eso, ellos han crecido como banda, son buenos, muy buenos y en directo suenan como pocos. No tengo ninguna duda de que se convertirán en uno de los grupos referentes de la música española y por lo tanto el primer puesto de esta lista de canciones del 2010 es totalmente merecido para los granadinos.



Ha sido un año cargado de música, un año en que grandes grupos como Interpol, Weezer, Manic Street Preachers, MGMT o Arcade Fire han publicado disco, un año en el que he escuchado mas música española de lo que solía hacer antes, aunque esto no significa que el nivel de la música española haya aumentado, un año de largos viajes en el tren y el metro escuchando The Suburbs o Mi Realidad, de días enteros en el trabajo con los cascos puestos para no escuchar a mi jefa hablar por teléfono escuchando a Yeasayer o a Standstill, un año de noches metido en el youtube viendo videos porque en la tele había poco que ver, un año de conciertos, muchos conciertos, un año de música al fin y al cabo pero es que… qué largo sería un año sin música.

martes, 23 de noviembre de 2010

Basado en hechos reales

Si tuviera que relacionar el articulo de hoy con una película o con un género de películas determinado, tengo claro que sería, si me permitís considerarlo como género, el de las pelis de Antena 3 a las 4 de la tarde y no porque vaya a hablaros de la esposa despechada a la que le hace la vida imposible la familia de su marido o de la alumna malvada que se enamora del profesor madurito y pretende acabar con su matrimonio, nada de eso, es porque el articulo de hoy al igual que esas pelis empieza con la frasecita "basado en hechos reales", pero como este blog es de música voy a hablar de todo lo vivido en el concierto del sábado de Arcade Fire, aunque esta vez no voy a hablar únicamente de lo que yo viví...


Para entender la historia desde el principio vamos a remontarnos hasta Agosto de 2010, cuando ingenuo y confiado decido sacar un par de entradas para el concierto que tres meses después iban a dar los canadienses Arcade Fire en Madrid. Y digo lo de ingenuo y confiado porque esta vez mi compañera fiel de conciertos tenía acompañante decidido y yo pensé que tres meses eran más que suficientes para conseguir engañar a alguien y que viniese conmigo al Palacio de los Deportes. Los meses pasaban al igual que los acompañantes y por unas cosas o por otras, mas por unas cosas que por otras, me encuentro el día del concierto con 41€ en el bolsillo.

Cuando ya estaba más que decidido a cantar el Wake up yo solo, un gran amigo del que no diré el nombre, tranquilo Alberto que no voy a manchar tu mas que ganada fama de Barriero, decidió apuntarse a última hora y sacrificar el Almería - Barcelona y el Madrid – Athletic de Bilbao por ir a ver a uno de esos grupos que “solo” me gustan a mí, que aquí no conoce nadie y que en sus propias palabras no sabía ni que existía. Y es que Alberto, como buen Sevillano, es “mu flamenquito” y se mueve mucho mejor entre palmas y cajones que entre guitarras eléctricas, bajos y baterías, y para él, ver al grupo indie con más talento y mas diferente del panorama musical actual iba a ser toda una experiencia.

De camino en el coche, carrusel deportivo, si no sabía ni que existían ¿qué sentido tenía escuchar deprisa y corriendo cuatro canciones y romper la sorpresa? Así que entre gol y gol de Messi fui allanando el camino, explicándole quienes eran, cuantos discos llevaban y que significaban ahora mismo en el mundo de la música. Yo sabía que apostaba a caballo ganador y que Alberto a pesar de sus muy diferentes gustos musicales iba a disfrutar del concierto, aunque solo fuese por las cañas de antes y después.

Nada más llegar y dar una vuelta por los alrededores una cosa le quedó clara, que no soy el único friki, y que somos muchos, muchísimos mas de los que él pensaba y es que en los alrededores del Palacio se respiraba el ambiente de las grandes ocasiones, de los grandes conciertos, ambiente de concierto del bueno, un par de cañitas para refrescar la garganta y entramos dentro para intentar pillar un buen sitio.

La verdad es que la entrada no fue todo lo triunfal que yo esperaba, en el escenario un cantante digamos "metidito en carnes" gritaba como si le estuviesen abriendo en canal, se trataba de los teloneros, Fucked up, que me pusieron las cosas de entrada bastante difíciles, porque a ver cómo le explicaba yo a Alberto que lo que iba a escuchar dentro de un rato no tendría nada que ver con lo que estaba oyendo. Al menos nos sirvió para bromear con la chica sentada a nuestro lado, Lina, que después de conversar un rato con nosotros, y maldecir y envidiar a partes iguales a Alberto por venir de "invitado" al concierto, nos confesó que venía de Colombia entre otras cosas a ver a Arcade Fire, algo que hizo recapacitar a un asombrado Alberto que poco a poco se iba dando cuenta de que lo que venía a ver no era cualquier cosa.

De lo que ocurrió en la siguiente hora y media poco se puede decir, los 8 componentes de Arcade Fire con Win y Regine a la cabeza, salieron a un escenario correctamente iluminado y sin grandes pretensiones audiovisuales, únicamente una pantalla que proyectaba imágenes relacionadas con las canciones interpretadas, pero ¿a quién le importa eso? Lo importante en Arcade Fire es su música y creo que pocas bandas actualmente pueden proponer en un concierto de 90 minutos tal cantidad de hits, y a juzgar por la reacción de las mas de 15.000 personas que abarrotaban el Palacio de los Deportes, no soy el único que opina esto.

Empezaron con Ready to Start, uno de los pelotazos de The Suburbs, su último disco, y aunque el sonido no fue todo lo bueno que debería, sirvió para que la gente se metiera rápidamente en situación, después Month of May, otro de los temas más potentes de su último trabajo, pero la gran mayoría, entre los que me incluyo, esperábamos a que apareciese alguno de sus temas estrella, cosa que no se hizo esperar puesto que el tercero de los temas fue la excepcional Neighbourhood #2(Laïka), empezaba a desatarse la locura.

Sin apenas tiempo para recuperar el aliento, Alberto ya se había olvidado de los teloneros y había podido comprobar que efectivamente nada tenían que ver. Cuando comenzaron a sonar los primeros acordes de una de las canciones más grandes de los últimos 25 años y la gente gritó, le miré y le dije “ahora sí que empieza esto de verdad” y es que comenzaba a sonar No Cars Go, si escuchándola en el disco es una canción perfecta, el carácter épico que le imprimen más de 15.000 personas cantando es difícil de explicar para mí y para la piel de gallina de Alberto.

Cualquier cosa que sonase después de No Cars Go iba a saber a poco, mucho más cuando Win deja la voz cantante a Regine, su mujer, que sigue empeñada en cantar en directo, aun así dos temas bien defendidos, Haiti y Sprawls II que personalmente creo que es la mejor canción de The Suburbs. El concierto entró en una fase mucho más tranquila, es de suponer que se estaban reservado los platos fuertes para una parte final apoteósica, hasta que llegase ese momento nos calmamos con Modern Man, Rococó y las dos The Suburbs una detrás de otra con Win, extraordinario durante toda la noche, sentado al piano.

Y de aquí al final Crown Of Love, con todo el palacio de los Deportes teñido de rojo, la deliciosa Neighbourhood #1 (Tunnels), Keep The Car Running, We Used To Wait y uno de los mejores momentos de la noche la despedida con la unión de Neighbourhood #3 (Power Out) y Rebellion (Lies), casi nada, entre medias de todas ellas llegó el momento de los agradecimientos, el de Win Butler a todos los asistentes a pesar del precio elevado de las entradas y el de Alberto a mí porque se lo estaba pasando como un auténtico enano.

Todo el mundo sabía cual iba a ser la última canción pero aun así era un momento que se esperaba con gran interés, y es que si hay una canción que representa a Arcade Fire por encima del resto esa es el Wake Up, posiblemente una de las mejores canciones de estadio escritas nunca. Había visto miles de veces está canción en conciertos como los de Glastonbury o el Madison Square Garden, había visto como miles de personas la cantaban, pero esta vez iba a cantarla yo con ellos.

Win pidió a las mas de 15.000 personas que allí estábamos que cantásemos como si fuésemos a escuchar nuestra canción favorita y empezó a rasguear la guitarra. Todo el Palacio de los Deportes se fundió en una única voz, incluso Alberto, que llegado a este punto ya estaba totalmente involucrado, cantó el Uooooooooooo como el primero, ¡¡¡que grande es la música!!!! Cuando acabó Wake Up volvió a enseñarme el brazo que por segunda vez tenía la piel de gallina y le contesté “Normal, acabas de escuchar la mejor canción de la década”.



Habíamos vivido un concierto histórico, uno de los mejores conciertos que he visto nunca, y van unos cuantos, un concierto con un público entregadísimo que no paró de cantar y corear todas y cada una de las canciones, un concierto superemotivo, capaz de emocionar al más sieso, a pesar de que los más puristas digan que ya no son tan buenos porque tocan en estadios para 15.000 personas y no en salas pequeñas ¿Qué importa el aforo del sitio donde toquen si son capaces de emocionar de la manera que lo hacen? Son distintos, diferentes, marcaran época y seguirán emocionando durante muchos años. Yo personalmente salí con la satisfacción del deber cumplido, los brazos de Alberto me habían dado la razón, no me podía engañar, sabía que había disfrutado. El resto del año seguiremos discutiendo de si este grupo es bueno o de si este grupo es malo, pero esa noche sé que no se le va a olvidar y lo mejor de todo es que se había emocionado con un grupo de esos raros de los que escucha Caña, su amigo friki gafapasta. Gracias crack por acompañarme.

martes, 21 de septiembre de 2010

London calling

Me encanta Londres, me encanta, me encanta, me encanta y creo que podría tirarme así media hora, y es que creo que existen más de 300 razones por las que me encanta. Independientemente de que de las 300 razones unas 200 son por cosas que suceden pasadas las 10 de la noche, es broma, hay una cosa que me apasiona de la capital del Reino Unido y es que se respira música por los cuatro costados, ya sea en la calle más recóndita, la tienda más cutre o el pub mas perdido de Londres, y no estoy hablando de una música cualquiera, estoy hablando de música de la buena.

Londres ha jugado siempre un papel importantísimo en la historia de la música moderna, como centro neurálgico de la actividad cultural del Reino Unido, ha sido la cuna de un buen número de géneros musicales claves en el desarrollo de la música, es el caso de la British Invasion de los 60 y los Kinks como grupo londinense mas notorio, el movimiento mod con The Who (en la foto) a la cabeza, el Punk y grupos tan importantes como los Sex Pistols o The Clash, el Glam Rock con David Bowie y T-Rex al frente, o más recientemente el Britpop, donde posiblemente Suede fueron los londinenses más destacados.


Hoy en día Londres es el punto de convergencia de infinidad de corrientes multiculturales, la tan manida expresión crisol de culturas, y que puede sonar a topicazo, es totalmente cierta y es en sus calles, clubs y pubs donde se mezclan todos los ritmos del mundo, la música suena en cada rincón de la ciudad provocando una continua evolución de sonidos y un flujo constante de talentos.

Y es que para los que nos gusta la música, y sobre todo la música inglesa, viajar a Londres es una autentica delicia, todo lo anteriormente comentado lo puedo constatar en primera persona, y es que basta un viaje de apenas cuatro días para encontrarte inmerso en infinidad de momentos musicales, no son situaciones especiales ni raras, porque me pasan cada día aquí en España, en Madrid, en Alcalá, donde vivo, pero sinceramente, no se parecen en nada. No sé si por suerte o por desgracia, más bien por esto último, la música cotidiana londinense no tiene absolutamente nada que ver con la música cotidiana nuestra, y cuando digo música cotidiana me refiero a la que suena en el metro, en una tienda cuando entras a comprar, en el hilo musical de un bar o en la discoteca o bar de copas de moda.

La mejor forma de que entendáis lo que quiero contar es con ejemplos, porque hay muchos, quizás uno de los más sorprendentes es el de los músicos del metro, ya que durante los infinitos paseos que he dado estos días por el subsuelo londinense he podido escuchar un repertorio extenso de grandes canciones, un amplio abanico de temas que han ido desde el delicioso (Nice Dream) de Radiohead al clásico de Crosby Stills & Nash, Helplessly Hoping, no eran virtuosos pero simplemente que un músico en el metro se decante por estos temas significa que el chip musical es totalmente distinto al nuestro.

Algo parecido me ocurrió en la visita al Emirates Stadium, el campo del Arsenal, aparte de ser un campo espectacular y súper moderno y dejando atrás el hecho de que la megafonía sonaba de maravilla, la selección musical de los momentos previos al partido fue espectacular Hard-Fi y su Living for the Weekend, Empire de Kasabian, Sweet Disposition de The Temper Trap o el mítico, y ya casi himno de la ciudad, London Calling de The Clash. Pero si hubo algo que me sorprendió en mi visita al campo del Arsenal fue uno de sus himnos, al menos el que utilizan en el momento en el que sale el equipo al campo, que no es ni más ni menos que The Wonder of you de Elvis Presley. No voy a compararlo con los himnos del Madrid, del Barcelona o del Atleti, todos tienen su encanto, pero os aseguro que escuchar a 20.000 gunners cantando al Rey… es otra cosa.

Si sales de copas por Londres y vas a uno de sus numerosos clubs, el equivalente a nuestras discotecas, lo más normal del mundo es que no te pongan a Los Beatles, a los Rolling Stones o a los Kinks, además a esas horas seguramente la mayoría de la gente ni los distinguiese, pero si es verdad que entre todos y cada uno de los éxitos actuales que se bailan en las pistas de medio mundo, de vez en cuando aparecen canciones que te sorprenden y con las que la gente reacciona como aquí en España lo hacemos con nuestra… pachanga, obviemos las diferencias. Canciones como la genial Chelsea Dagger de The Fratellis, Song 2 de Blur o la maravillosa You’ve got the love de Florence and the Machine desatan, a los ya desatados de por si, ingleses. Pero hubo una canción que me sorprendió escucharla en una discoteca y que la gente la cantase como si les fuese la vida en ello, se trata del clásico ochentero de los estadounidenses Journey, Don't Stop believin', no me pega nada en Londres y mucho menos en una discoteca… pero asi son estos ingleses.

Candem Market además de ser uno de los rincones más increíbles de Londres, es un paraíso para los amantes de la música. Si en Londres en general se respira música, en Candem es necesario usar mascarilla para no asfixiarse, tiendas repletas de camisetas, posters y merchandising de cientos de grupos, algo que cuesta muchísimo encontrar por aquí, por lo que no tuve más remedio que dejarme las últimas libras del viaje en frikadas varias, lo mejor de la visita a Candem estuvo en los dos pubs en los que hicimos los obligados y necesarios descansos, el primero de ellos The Elephant Head, el típico pub inglés, nos recibió con un monográfico de los Animals, casi nada, The House of Rising Sun, Don’t let me be misunderstood y We’ve gotta get out of this place nos acompañaron mientras acabábamos en un visto y no visto con una más que merecida pinta. El segundo de los pubs, The Blues Kitchen, era un local plagado de portadas de discos antiguos por las paredes, entre ellas la del single original de My Generation de The Who (video), un sitio que lleva más de 30 años programando música en directo y por cuyo escenario han pasado grupos como los sesenteros The Pretty Things o más recientemente Peter Doherty o The Drums.



Todos ellos son ejemplos sencillos que sirven para ilustrar lo que puede ser un viaje "musical" a la capital del imperio. Si a todo esto le sumas un paseo por el West End londinense donde se puede disfrutar de una completisima oferta de musicales o, si eres mucho mas friki, aprovechar para darse un paseo en metro hasta el norte de Londres y cruzar el paso de cebra de Abbey Road o posar junto a la puerta de los miticos estudios... volveras con ganas de aprender a tocar la guitarra electrica, encerrarte en un estudio de grabación y sacar un disco.

No quiero entrar en polémicas sobre qué música es mejor, la nuestra o la música inglesa, ¡dios me libre! Además, supongo que alguno podrá decirme que ellos no tienen una música popular tan extensa como la nuestra o que no tienen el flamenco, incluso más de uno se acordará de personajes tan importantes de nuestra música como Paco de Lucia, pero pienso que los británicos en general tienen mucha más cultura musical que nosotros y sobre todo respetan y cuidan mucho mas a sus artistas. Para un fanático de la música británica como yo viajar a Londres es viajar al epicentro de mis gustos musicales por lo que es totalmente entendible que disfrute en todos y cada uno de los viajes que he hecho a Londres.

Pero no solo me gusta ir a Londres para disfrutar de su música, hay miles de cosas que hacen que Londres sea una ciudad maravillosa sobre todo de día… y por la noche? por la noche haremos lo de siempre, porque nos gusta y porque nos divierte… ¡anda esto es de Coque Malla! ¿A ver si al final voy a cambiar de opinión?

lunes, 23 de agosto de 2010

Un disco que no abandonaré

No acostumbro a escribir en mi blog sobre grupos españoles, la razón es porque desgraciadamente escucho menos música española de la que me gustaría. ¿Los motivos? Pues me gustaría saberlos, quizás soy demasiado radical o quizás no hay muchos grupos, y hablo desde un punto de vista estrictamente personal, que me ofrezcan propuestas interesantes, pero he de reconocer que desde hace un par de años intento escudriñar el panorama musical español en busca de nuevos grupos y de vez en cuando se pueden encontrar agradables sorpresas, es el caso de Vetusta, Standstill, Love of Lesbian, L.A., Second o nuestros protagonistas de hoy, los granadinos Lori Meyers.


En los últimos años Lori Meyers se han convertido en uno de los grupos más relevantes del panorama indie nacional, sobre todo después de su tercer disco, Cronolanea, un excelente álbum que los consolidó como uno de los grupos con más futuro del pop español. Dos años después, estos todavía veinteañeros, acaban de publicar el cuarto de sus trabajos Cuando el destino nos alcance, un disco al que desde su lanzamiento le ha acompañado la polémica, y eso a un grupo siempre le favorece, ya que como se suele decir en estos casos es bueno que hablen de uno aunque sea mal.

Y es que es inevitable que cuando un grupo publica un gran disco, como fue Cronolanea, las expectativas ante su siguiente trabajo sean muy altas. Desde que empezaron a filtrarse los primeros sonidos de Cuando el destino nos alcance aparecieron los debates sobre si los cambios introducidos por los granadinos eran o no acertados. Personalmente creo que el sonido de Lori Meyers no ha cambiado excesivamente, tampoco podemos decir que este disco es un Cronolanea II, porque si es cierto que existen diferencias más que reconocibles entre un trabajo y otro, pero el cambio no es tan radical como desde los círculos independientes más puristas se adelantaron a censurar.

Es un disco con muchísima más presencia electrónica, como ellos mismos han confesado, las canciones tienen su origen en el teclado como instrumento de composición y no la guitarra acústica como en discos anteriores, ahora son 6 en lugar de 4 con lo que las posibilidades de hacer cosas nuevas se han visto aumentadas y sobre todo se han arriesgado grabando el disco en los estudios Castle Oaks de Los Angeles con uno de los mejores productores del mainstream latino, Sebastian Krys, ganador de 8 grammys por sus trabajos con Shakira, Bisbal o Luis Fonsi, y que a pesar de ser un más que reconocido productor se aleja bastante del carácter indie de los de Granada.

Todas estas novedades no han supuesto un giro de 180º en el sonido original de Lori Meyers sino que han servido para sumar a todas las virtudes de sus discos anteriores. Cuando el destino nos alcance suena joven, renovado, conserva la capacidad de los granadinos para componer singles de estribillos pegadizos y melodías irresistibles y coreables pero con un plus añadido de energía y de ritmos, efectos y sonidos mucho más bailables que en discos anteriores, y es aquí donde más se notan las nuevas líneas de teclado y los efectos electrónicos.

Pero lejos de arreglos electrónicos, viajes a California y productores con muchos grammys, Cuando el destino nos alcance suena bien, muy bien, es un disco fresco, dinámico, un paso al frente en la carrera de Lori Meyers que han arriesgado y les ha salido bien, un disco que no deja tiempo para el relax, donde a sus ya conocidas influencias se han sumado propuestas de grupos indies mucho mas electrónicos como Of Montreal o Radio Dept, o las de grupos clave de la música independiente actual como The Strokes o su líder Julian Casablancas, pero también encontramos sonidos ochenteros e incluso sesenteros y todo esto dice mucho de los granadinos.

La primera de las canciones es Mi Realidad, un single en toda regla, una canción con guitarra, batería y ritmo rock como siempre, pero con la novedad de la batería electrónica, que aparece por primera vez en los discos de Lori Meyers, y del teclado, que aportan un ritmo mucho más intenso. No es la mejor canción del disco pero si la que mejor puede funcionar como single, directa, ágil, 3 minutos que no dejan tomarte un respiro y que sirven de declaración de intenciones de lo que pueden llegar a hacer en este nuevo trabajo.



Después de Mi Realidad el disco sube y ya no baja hasta el último corte, con canciones como Corazón Elocuente, progresiva, con una base melódica de bajo que hipnotiza y que junto con los logradísimos arreglos nos recuerda a las canciones de la Motown allá por los 50, de letra fácil pero estribillo terriblemente pegadizo… y no será el único.

Una de las apuestas más arriesgadas del disco, y a la vez uno de los mayores aciertos, es la tremenda ¿A-ha han vuelto? Homenaje claro al synthpop de los años 80 y a la música disco de aquella época, genial el principio de la canción que recuerda a las canciones de Pet Shop Boys y muy conseguido el jugueteo con el sampler que la convierten sin ninguna duda en lo mejor del disco.

Castillo de Naipes es eficaz, simple, pero resolutiva, de las pocas canciones tristes del disco y suena descaradamente a pop español de los 60, a las composiciones de Fernando Arbex y sus Brincos tan habituales en todos los trabajos anteriores de Lori Meyers. Personalmente creo que la mejor canción del disco es Rumba en Atmosfera Cero, es lo que el título indica, una rumba, pero con un toque de modernidad bestial y con letra muy de película de ciencia ficción, algo muy presente en todo el disco. Curiosa mezcla la del astronauta perdido en el espacio a ritmo de rumba pero funciona a la perfección, un temazo.

Nuevos tiempos y Ventura suenan más a los discos anteriores. La primera es potente, con un estribillo pegadizo y con mucha mayor presencia de las guitarras eléctricas que en el resto de canciones del disco. La segunda suena muy americana, muy folk, la letra ayuda, al igual que el sonido de la guitarra acústica y una especie de banjo que te envuelve en un ambiente bucólico y tranquilo, objetivo cumplido.

Otro de los pelotazos de Cuando el destino nos alcance es Religión, un salto al vacío sin paracaídas del que vuelven a salir tremendamente airosos. Una crítica feroz a la sociedad de consumo actual en la que es sin duda la canción más bailable del disco, más pop, suena joven, con un pelín de chulería y divismo que puede llegar a resultar hasta hortera, pero con un comienzo y un estribillo arrollador, una de las mejores canciones del disco y posiblemente de toda su discografía.

Explícame tiene un estribillo pegadizo, que seguro funcionará muy bien en directo, destacan los arreglos de violín y el comienzo de canción que me recuerdan a la serie Vacaciones en el mar, es en detalles como este, rozando el petardeo, donde se puede apreciar que han hecho lo que han querido sin pensar más allá, y en este caso le da a la canción un toque maravilloso. Condicional hipotética es potente, es 100% Strokes, sobre todo por el sonido de las guitarras y la batería y no tiene nada que envidiar a ninguna de las composiciones de los neoyorkinos.

El disco se cierra con Enhorabuena eres el que tiene más, una especie de canción pachanga con otra critica a la sociedad consumista de fondo, es sin duda la peor canción del disco y quizás no ha sido la mejor forma para cerrar este trabajo, pero uno no puede ni debe olvidarse de las 10 canciones anteriores.

Formar parte del negocio de la música independiente y ser de Granada no es nada fácil, siempre tendrás la sombra alargada de grupos referentes como Los Planetas o Lagartija Nick, pero Lori Meyers han ido poco a poco deshaciéndose de esa sombra y han conseguido hacerse un hueco, y de grandes dimensiones, dentro del panorama pop nacional. Cuando el destino nos alcance es un excelente disco, con el que han pretendido dar un paso hacia adelante en su carrera, han apostado fuerte y han ganado, y sobre todo han conseguido desarrollar en 11 cortes todo lo que les apetecía hacer, aunque no todo el mundo haya compartido esa idea con la misma ilusión. Su productor Sebastian Krys les dijo durante la grabación del disco que “los discos no se terminan, se abandonan”, pues yo por si acaso este no pienso abandonarlo, porque sé que tengo Lori Meyers para rato.

miércoles, 28 de julio de 2010

40 años buscando a Eva María...

Si tuviera que decir cuál es el primer recuerdo que tengo de la canción del verano, o mejor dicho, cual es la primera canción del verano que recuerdo, sin lugar a dudas es a María Jesús y su inseparable acordeón, cuando nos hizo bailar a todos los españoles al ritmo de su machacón e incansable Baile de los pajaritos. La otrora musa de los jubilados españoles amenizó mis vacaciones en Alicante aquel verano de 1981 y me sirvió para empezar a tener conciencia de un fenómeno que se ha ido repitiendo año tras año sin excepción.

Para empezar yo creo que el término "Canción del verano" no es del todo correcto, hay tantas canciones del verano como personas, es una expresión que creo que se utiliza mal ya que la canción del verano debería ir asociada a una persona, un momento, un lugar o una situación en concreto. Sería mucho más acertado decir ¿Cuál es la canción que te viene a la cabeza cuando recuerdas aquel verano? Aun así, siempre hay unas cuantas canciones que ya desde Marzo o Abril empiezan a aparecer en emisoras de radio o anuncios de tv y que nos avisan de que durante los meses de estío retumbarán una y otra vez en nuestras cabezas.

Podemos decir que el fenómeno de la canción del verano en España nace a mediados de los 60, coincidiendo con la explosión del turismo en España y el boom ocupacional de todas las playas y costas de nuestra geografía. Es en el año 1965 cuando la desconocida hasta entonces Canción del Verano empieza a tomar sentido, ese verano, Johnny & Charley Kurt, un dúo llegado del norte de Europa de éxito tan fulminante como fugaz, consiguieron que todo el mundo aprendiera a bailar el archiconocido “Izquierda, izquierda, derecha, derecha…”, efectivamente se trataba de La Yenka, y con esta canción de dudosa calidad y de coreografía no muy complicada se instauraba una moda que continúa 45 veranos después.

A partir de La Yenka y hasta nuestros días han sido infinidad de canciones las que han acompañado nuestras vacaciones y nuestros meses de calor año tras año. En la década de los 60 y principio de los 70 el protagonismo de estas era casi indiscutiblemente patrio. Los grupos españoles de moda en aquella época se las ingeniaban para un año sí y otro también sacar ese hit pegadizo en verano que les hiciese ocupar las listas de éxitos. A esta prolífica etapa corresponden joyas de la música pop española como Black is Black de Los Bravos, Flamenco de Los Brincos, Si yo tuviera una escoba de los Sirex, Vacaciones de Verano, Cuéntame, La fiesta de Blas o Eva María de Formula V (en la foto), Es muy fácil de los Mitos, Maria Isabel de Los Payos o Un rayo de sol de Los Diablos.


Muchos de estos grupos han sido en ocasiones infravalorados o simplemente se les ha encasillado como grupos de verano, pero han sido y serán parte fundamental de la historia de la música moderna en España, es más, no creo que haya ninguna canción pop hecha en España como el Black is Black de los Bravos, o muy pocos grupos con una discografía tan completa y repleta de éxitos como la de Formula V.

Pero los años 70 transcurrían y la hegemonía de los grupos españoles, sobre todo Formula V y Los Diablos, iba desapareciendo. Era una época de alteración en nuestro país, España estaba abocada a un cambio político, algo que también parece que influyó a la música en general y a la Canción del Verano en particular. A los cantautores y a la canción protesta , tan presentes en los años 70, se les tenía que buscar un competidor y los sectores más reaccionarios pensaron en algo típico español, y que mejor que el pasodoble y Manolo Escobar, que en 1973 se convirtió en el éxito del verano con el hoy todavía omnipresente ¡Que viva España! o Peret y su rumba que hizo lo mismo un año después con Canta y sé feliz.

Con la muerte de Franco, y con los cambios que en el país se produjeron, se cerraba una época, tanto en lo político, como en lo musical. A partir de 1975, la Canción del Verano ya no volvería a ser la misma. Los grupos y solistas españoles pasaron a un segundo plano y la música procedente del extranjero, principalmente las baladas italianas y los primeros hits de sonido dance, ocuparon las primeras posiciones de las listas de éxitos. A esta época pertenecen las baladas Jardín prohibido de Sandro Giacobbe o Gloria de Umberto Tozzi y la discotequera Born to be alive de Patrick Hernandez. Pero los verdaderos protagonistas de este cambio son dos personajes claves de la canción estival, la italiana Raffaella Carra y el rey del verano Giorgie Dann. Entre los dos se bastaron y sobraron para repartirse los éxitos veraniegos de finales de los 70, por parte de la italiana, con Rumore, En el amor todo es empezar, Fiesta o Hay que venir al sur y de principios de los 80, por parte del francés, con canciones como El Bimbó, Macumba, Carnaval, Carnaval, El Africano o El Chiringuito, todas ellas cumplían la receta mágica del éxito veraniego: estribillo pegadizo y coreografía fácil.

La consolidación de la democracia y la pro actividad de la juventud de finales de los 70 y principios de los 80 trajo consigo un resurgir de la música española, a esto también ayudo un fenómeno muy importante para la música de este país como fue la Movida Madrileña, un boom desmedido por todo lo moderno en un claro intento de ruptura con las normas establecidas en el pasado. Grupos como Alaska y sus Pegamoides con Bailando o Radio Futura y su Escuela de Calor devolvieron a la música española el dudoso titulo de reina de la Canción del Verano, compartido eso si, por los éxitos de música disco procedentes sobre todo de Italia y Alemania. Canciones como Brother Louie de Modern Talking, Call me de Spagna o La Dolce Vita de Ryan Paris se convirtieron en número uno en nuestro país, algo que en la mayoría de las ocasiones no ocurría en sus países de origen.

Las canciones del verano nunca se han caracterizado por ser obras maestras, no se trataba de eso, y salvo algunas honrosas excepciones no dejaban de ser canciones simples y facilonas más orientadas al baile y al cachondeo que a otra cosa, pero con la finalización de la Edad de oro del pop Español a finales de los 80, el Aquí no hay playa de The Refrescos sería la última muestra de este movimiento, la poca calidad de las mismas se ve acentuada con un fenómeno que invade las listas de éxitos españolas durante toda la década de los 90 y que todavía continua: La música latina en todas sus variantes. Y es que personalmente creo que desde los años 90 a esta parte sería incapaz de escuchar alguna de estas canciones en algún sitio que no fuese un chiringuito de playa tomándome una cervecita bien fría. A este "selecto" grupo de "temazos" pertenecen clásicos de la chancla y la toalla como Ven, devórame otra vez de Lalo Rodríguez en 1988, Lambada de Kaoma en 1989, María de Ricky Martin en 1994, El tiburón de Proyecto Uno en 1995, Salome de Chayanne en 1998 o atentados musicales como La Bomba de King Africa o el Papi Chulo de Lorna.

Pero no podemos solo criticar a la música que viene del otro lado del atlántico, en nuestro país llevamos los últimos 20 años haciendo "joyitas" verano tras verano. Muchas de ellas por lo menos han servido para incrementar el repertorio en fiestas de pueblos y similares como La luna y el toro de Los Centellas, El Tractor Amarillo de Zapato Veloz o El Corral de El Koala, y otras muchas han servido para hacernos bailar a todos en garitos a altas horas de la noche, en bodas, bautizos y comuniones, porque que salga el valiente que alguna vez no haya bailado La Macarena de Los del Rio o El Asereje de las Ketchup… asi somos en este país.

Y asi vamos llegando a nuestros días, en los que el reggaetón y los politonos nos han invadido, en los que excentricidades tan pintorescas como el Dragostea din Tei de los rumanos O-Zone o nuestro más ilustre representante en Eurovisión, Rodolfo Chikilicuatre y su Chiki, Chiki se hacen un hueco en las listas de éxitos veraniegos. No me quiero poner nostálgico, pero muy lejos quedan aquellas pinceladas de buen pop de mediados de los 60, definitivamente la canción del verano ha seguido por otros derroteros, sobre todo en los últimos años.

Son muchas, 40 años dan para mucho, y seguro que se me olvidan algunas de las que ahora mismo os estáis acordando, pero por lo menos nos ha servido para hacer un recorrido por la música playera de las últimas décadas. Algunas eran buenas canciones y han perdurado, otras regulares y se olvidan de un año para otro y muchas de ellas son auténticos bodrios que pasado el tiempo nos arrepentimos de haber cantado y bailado, pero la canción del verano es lo que tiene. ¿Y este año? Este año no hay ninguna discusión, este año solo hay una canción del verano, que será la de muchos veranos, quien me iba a decir a mí que se me iban a poner los pelos como escarpias cada vez que escuchase a… Bisbal!!! Pero así es, y es que es oír los tambores del principio y acordarme de Iniesta… pero eso es otra historia.

jueves, 8 de julio de 2010

Aquel verano de 1991 y este verano de 2010.

Puede resultar paradójico e incluso exagerado lo que voy a decir, pero creo que pocos grupos en la historia de la música han influido tanto mis gustos musicales como Los Beatles y Crowded House. Si, ya lo sé, no se pueden comparar a los 4 de Liverpool con estos 4 neozelandeses, pero en la época de mi vida en la que los descubrí, sus melodías y sus canciones supieron reconducir mis gustos rockeros de entonces hacia lo que son hoy mis sonidos predilectos. A los Beatles creo que no hace falta descubrirlos, a Crowded House tampoco, al menos a estas alturas, hace 19 años si, o por lo menos yo lo hice aquel verano del 91 en el bar de mi amigo “Lenguao” cuando entre La chica muy mona que vivía en Barcelona de Siniestro y el Vuela, vuela de Magneto se colaba el Weather with you del antológico Woodface.


Esta mítica canción, junto con otros grandes clásicos como Fall at your feet o Four Seasons in one day, pertenecían al tercero de los discos de Crowded House, posiblemente el mejor de su carrera y sin ninguna duda el que les llevo a principios de los 90 a ser uno de los dominadores del panorama pop mundial. Hoy, 24 años después de grabar sus primeras maquetas en una casa repleta, situación que dio origen al nombre del grupo, y de publicar el primero de sus discos, vuelven a la carga con nuevo trabajo, nueva formación e incluso podíamos decir que nuevo sonido, aunque sin dejar atrás ese pop característico y elegante de siempre.

Este último trabajo lleva por título Intriguer y es una apuesta mucho más fuerte y seria que el anterior Time on Earth de 2007, en aquella ocasión el grupo hizo un amago de disco todavía contrariados y abatidos por la muerte en 2005 del batería y uno de los fundadores del grupo, Paul Hester, y a pesar de que el disco no tuvo una mala acogida entre el público y la prensa especializada, no tenía la fuerza que necesitaba un grupo reconocido que desde Together Alone en 1993 llevaba 13 años sin grabar. Para Intriguer, con una nueva formación y los ánimos renovados, han pretendido dejar claro que van mucho más en serio que hace dos años y que sobre todo su líder y alma mater, Neil Finn, sigue componiendo maravillosas canciones.

A pesar de esta capacidad compositora tanto de Neil Finn como de su hermano Tim, dos de los mejores compositores de su generación, y de su facilidad para confeccionar excelentes temas, desde el principio se tildó a Crowded House de hacer un pop facilón, algo que con el paso de los años ha quedado totalmente olvidado, ya que detrás de esas melodías en apariencia sencillas, hay unas inmensas proporciones de buena música. Aun así en este su sexto álbum de estudio, muy pocos para un grupo de más de 20 años de carrera, han querido dar una vuelta de tuerca al sonido Crowded House.

Este Intriguer es un álbum mucho más oscuro, mas intrigante, aderezado con una pizca de psicodelia, con un tempo un punto más alto que discos anteriores pero sin abandonar la más pura esencia de Crowded House y el sonido Finn, con la constante presencia del sonido de los Beatles y sobre todo de Paul McCartney en su etapa en solitario y con canciones que podían haber encajado perfectamente en Woodface o en Together Alone, dos de sus discos más representativos. Y es que está claro que quieren avanzar e innovar pero no perder sus raíces, para ello han contado con el consagradísimo productor musical Jim Scott, artífice entre otros de los discos de Wilco y Jeff Tweedy y que es la primera vez que colabora con los neozelandeses.

El primero de los cortes de Intriguer es el elegido como primer single, Saturday Sun, solo el arranque de batería mucho más presente y contundente que en discos anteriores, nos indica que aquí ha cambiado algo, pero tampoco mucho, porque aunque los efectos electrónicos también son una novedad en el sonido de Crowded House, la mayor parte de la canción experimentamos una sensación de deja vu... “yo he escuchado esto antes”, pues seguramente sí, porque en el fondo es el Neil Finn de siempre, en el fondo es Crowded House.



Archer’s Arrows es mucho menos innovadora y diferente que la que abre el disco, es un medio tiempo, muy a su estilo, en el que la voz de Neil Finn y una deliciosa segunda voz femenina marchan por el camino que les marca el piano durante toda la canción. De nuevo un corte muy de su estilo ¿encasillados? ¿repetitivos? a veces es muy difícil no encasillarse ni resultar repetitivo, pero está claro que nadie hace como ellos este tipo de pop elegante y tranquilo y otra muestra evidente es la maravillosa Amsterdam.

Si tuviese que escoger una canción para pasar un día en el campo en pleno verano esa podría ser perfectamente Either side of the world, el piano, las panderetas y ese coro suave, te trasladan a un ambiente bucólico, de tranquilidad, algo que consigue fácilmente Finn con su voz. Fallin Dove empieza muy tranquila pero su ritmo va in crescendo, sobre todo en la parte central, apoyada mucho más en la guitarra acústica, posee una excelente e insistente melodía que la convierte en una de las mejores canciones del disco.

Con un sonido de guitarra al más puro estilo de los años 50 empieza Isolation, otro medio tiempo interpretado a dúo por Neil Finn y su esposa Sharonn que también hace los coros en Archer’s Arrows. El sonido del órgano y la voz de Sharonn ligeramente distorsionada le dan al tema una atmosfera turbia, que queda rematada por un potente final. No es de las mejores canciones del disco, pero resulta un curioso experimento.

Durante toda su carrera ha sido notoria la influencia de Paul McCartney en la música de Crowded House y de Neil Finn, no solamente en cuanto al sonido, que algunas veces es muy similar al del ex Beatle en su carrera en solitario, sino también en la facilidad que comparten ambos para expresar grandes cosas con pocas palabras, algo que alcanza su máximo esplendor en este disco con Twice if you’re lucky, sin lugar a dudas la canción más alegre y optimista de este Intriguer, “son cosas que pasan una vez en la vida, dos si tienes suerte”, Sir Paul tiene que estar orgulloso de esa frase, de esta canción y del Señor Finn, sin duda.

No podía haber un disco de Crowded House sin una canción con sonido Beatles, y en este caso le ha tocado el turno a Inside Out, la canción más guitarrera del disco que sirve de contrapunto a los dos últimos cortes, Even If y Elephants, dos baladas con la voz solista de Finn como principal protagonista. Emotivas las dos, sobre todo la última, ya que es un homenaje al antiguo batería del grupo Paul Hester, fallecido en 2005. Una manera perfecta para terminar un disco sin sobresaltos.

Siempre han dicho de Crowded House que era un grupo del que conocías mas canciones de las que creías, incluso eso se utilizó como campaña publicitaria, y es cierto, sobre todo en sus comienzos lograron encadenar un éxito tras otro, algo que remitió de repente a mediados de los 90 con el retiro de Finn y sus compañeros de los estudios y los escenarios. Intriguer es una buena oportunidad para volver a recuperar el gustillo por escuchar aquellas canciones que todos canturreamos hace ya unos añitos. No nos vamos a encontrar ningún Weather with you, ni ningún Distant Sun, pero es que eso es tan complicado hoy en dia… lo que está claro es que no nos va a decepcionar y nos va a dejar con un excelente sabor de boca. Gracias a Neil Finn por todos estos años de buenas canciones y sobre todo gracias al “Lenguao”, tantas horas metidas en ese bar por lo menos sirvieron para algo.

domingo, 20 de junio de 2010

Del "Suizazo" a la Hysteria colectiva.

Estoy seguro que todos los que sois fans de MUSE, o fuisteis al concierto, o conocéis a alguien que estuvo y os contó cómo fue la noche del 16 de Junio. A los que no os gustan, o incluso no sabéis ni quiénes son, seguro que en alguno de los telediarios oisteis que 50.000 personas llenaron el Calderón uno de los días más tristes y raros de la historia del futbol español. Pues gracias a estos tres señores del también triste condado de Devon en Inglaterra, la fatídica noche del “Suizazo” en el mundial de Sudáfrica pasó a ser la noche en que MUSE conquistó Madrid.

Y es que no tenían nada fácil levantar el ánimo de la gente después del mal rato que nos habían hecho pasar nuestros seleccionados en la sobremesa, pero bastó con entrar en el estadio Vicente Calderón y contemplar ese macro escenario para darse cuenta de que esa noche se estaba cociendo algo muy gordo, yo personalmente, tarde menos de 1 segundo en cambiar a Iniesta por Matt Bellamy, a Villa por Dominic Howard y a Casillas por Chris Wolstenholme, resumiendo, me quité la roja y me puse la de MUSE.



Esta iba ser mi tercera cita en directo con MUSE, atrás quedaba ya ese concierto en la Riviera, hace casi 10 años, de tres jovencitos que hacían prácticamente punk, esos tres jovencitos hoy iban a llenar el Calderón, algo a lo que solo están acostumbrados vacas sagradas como U2, Madonna o los Rolling Stones. Mucho ha cambiado MUSE desde entonces, sus discos, pese a quien le pese han ido empeorando con el paso del tiempo, puede que hayan crecido como músicos y sus directos sean mucho más completos que antes, pero poco tiene que ver este The Resistance con una joya musical como Origin of Simmetry.

Ahora son mediáticos, muy mediáticos, demasiado mediáticos, y esto como todo en esta vida tiene su parte buena y su parte mala, ahora las gradas están llenas de gente que jamás pensarías que han escuchado como suena una guitarra eléctrica pero cantan Plug in Baby como si les fuese la vida en ello, hacen canciones para las películas más taquilleras, llenan estadios por todo el mundo y sobre todo montan espectáculos musicales como el que montaron el pasado mes de Noviembre en el Palacio de los Deportes de Madrid y como el que todos esperábamos que montasen en el Vicente Calderón.

Como todo lo bueno, se hizo esperar, mientras tanto, resistimos como pudimos a The Big Pink, que solo consiguieron que 4 o 5 personas levantasen los brazos con Dominos, una buena canción, y disfrutamos muy mucho con la voz personalísima de Tom Smith y sus Editors que dejaron claro que están para torear en plazas mayores y no conformarse con ser teloneros de nadie y deleitaron al cada vez más numeroso público con todo su mejor repertorio, destacando Papillon, An end has a start o Smokers outside the hospital doors.

El espectáculo comenzó exactamente a las 22:15, noche cerrada sobre Madrid con un cielo que había aguantado y resistido sin descargar agua gracias a todos los rezos y plegarias que llevábamos haciendo desde que nos levantamos por la mañana. El macro escenario, un engendro a mitad de camino entre un templo y una quilla de barco, comenzó poco a poco a iluminarse, decenas de personas salieron de detrás del escenario portando banderas simulando una especie de manifestación antiglobalización, y de pronto… empezó a sonar el Uprising, había comenzado el concierto.



Con la tremenda duda de no saber qué hacer, si cantar y saltar o seguir mirando la excepcional combinación de luces, pantallas y focos, el aire marcial de Uprising consiguió que nos metiéramos de lleno en el concierto y sin apenas tiempo para respirar los trallazos se fueron sucediendo y un público cada vez mas entregado disfrutó con clásicos de los de Devon como New Born, Supermassive Black Hole o la excepcional Map of the Problematique.

Es perfectamente entendible la inclusión de Neutron Star Collision en el setlist, es su última canción perteneciente a la banda sonora de Eclipse y están en plena promoción, pero sumada a la insulsa Guiding Light, a pesar de recordarme a Vienna de Ultravox, nos dejó a todos un pelín fríos. Era el momento de subir la temperatura, era el momento de la Hysteria colectiva, era el momento del bajo distorsionado de Chris Wolstenholme, era el momento de botar en la pista y de que los que estaban en las gradas se levantasen definitivamente de las sillas y no se volvieran a sentar en todo el concierto.

Llegado a este punto ya teníamos todos claro que Matt Bellamy tiene un talento descomunal, su voz, prácticamente perfecta durante todo el concierto, y el hecho de hacer absolutamente lo que quiere con cualquiera de las 6 o 7 guitarras que sacó, no es suficiente para un genio que cogió la banqueta y se sentó al piano para interpretar, y de qué forma, ese tema con aires de Queen llamado United States of Eurasia, y sobre todo para bordar megáfono en mano el Feeling Good. Sin lugar a dudas uno de los momentos álgidos de la noche.

Si después de casi una hora no habíamos alucinado lo suficiente con el espectáculo musical y visual, una plataforma móvil salió de no sé donde para que primero Chris y Dominic nos deleitaran con un jam repleto de fuerza y ritmo, sensacional el detalle de la batería iluminada, y para que más tarde se sumase Matt para interpretar el tan querido y odiado a partes iguales “Undisclosed desires”, boquitas abiertas y ojos como platos una vez más.

Una intro con The House of the Rising Sun de los Animals dió paso a los últimos 4 temas del concierto antes de los bises, Resistance, que no sonó como en el mes de Noviembre, Time is Running Out, Unnatural selection y Starlight, esta última de las más esperadas de la noche, hay que ver lo bien que suena esta canción en directo y lo emotiva que la hacen las palmas del público. Momentazo y despedida de mentirijilla porque todavía quedaban muchísimas cosas más.

Y es que las principales sorpresas del concierto estaban en estos dos bises, seis canciones mas, Unintended, que estuvo acompañado por los móviles y mecheros de todo el estadio, Exogenesis Part1, una canción que en un concierto quizás se queda descolgada, a no ser que se te ocurra sacar un platillo volante y una trapecista haciendo equilibrios a 30 metros de altura… sin palabras, la siempre poderosa Stockolm Syndrom, Take a bow y el traje de luces de Matt Bellamy, y no me refiero a que fuese vestido de torero, y posiblemente junto con Starlight las dos canciones que todo el mundo esperaba que llegasen, Plug in baby y esa obra de arte que es Knights of Cydonia, con la intro del Man with the Harmonica de Morricone, una canción más dentro del Black Holes and Revelations pero la canción que representa a MUSE en su estado más puro, en directo, una perfecta canción de estadio que desató la locura definitivamente si es que alguien no estaba ya desatado por completo.

Mas de dos horas de puro espectáculo, de talento, de luces y sobre todo de música, porque que a nadie se le olvide que detrás de todas esas pantallas, focos, plataformas, platillos volantes y trajes de luces hay dos excelentes músicos y un tercero cercano a la genialidad. Son muchos los críticos que dicen que el señor Bellamy se ríe de nosotros, sus fans, que hace lo que quiere y como quiere, que se le perdona todo y que es un ególatra con un problema terrible de Megalomanía, gran canción por cierto, pues posiblemente, ¿y que? Yo solo se la cara de tonto con la que salí del Calderón, el dolor de mandíbula que tenía de cantar y tener la boca abierta y el bajón que tenía al día siguiente del concierto, y eso no me lo pueden quitar ni los críticos ni el supuesto egocentrismo del Señor Bellamy. Un concierto memorable, posiblemente de los mejores que he visto en mi vida y de los mejores que veré… seguramente hasta la siguiente gira de MUSE.

martes, 18 de mayo de 2010

Juntos y perfectamente revueltos

A finales de los años 60 y principio de los 70 el productor musical Robert Stigwood, artífice entre otros de películas como Grease, Tommy o Jesuscristo Superstar, puso de moda el concepto de “supergrupo”, entendiéndose este como la unión de importantes músicos procedentes de distintas bandas, de aquella época los más destacados fueron Humble Pie o Cream, esta última con un joven guitarrista llamado Eric Clapton procedente de los míticos Yardbirds. En los últimos años el concepto de “supergrupo” ha desaparecido, y solamente tenemos las referencias de bandas como Audioslave, con Chris Cornell y Tom Morello, o Them Crooked Vultures, con dos pesos pesados como Dave Grohl y Josh Homme.

El grupo al que hoy le damos un repaso se puede considerar un "supergrupo" a la antigua usanza o más bien un "superduo". Broken Bells es el nombre elegido para la unión de dos excelentes músicos, uno de ellos más centrado en labores de producción, como es el caso del neoyorkino Brian Burton, conocido como Danger Mouse y reconocido como mejor productor de la década según la revista Paste, y el otro James Mercer, con una dilatada carrera como guitarrista y voz de la banda de Alburquerque, The Shins, una de las bandas más representativas del panorama indie de los estados Unidos en la última década.



Mercer y Burton se conocieron en un festival de verano en Copenhague allá por el 2004, y ambos se manifestaron admiración mutua desde el primer momento, lo que alimento la idea de colaborar de una u otra forma en un proyecto conjunto. Desde ese momento y hasta 2008 que fue cuando comenzó en serio el proyecto Broken Bells, las carreras de ambos han sido bien distintas. Brian Burton ha producido, entre otros, los discos de Beck o Gorillaz y sobre todo acaparó en 2007 las listas de éxitos y todos los premios posibles, entre ellos 5 grammys, con Gnarls Barkley y su aclamadísimo "Crazy", por otro lado, el futuro de Mercer y sus Shins ha sido más bien incierto en los últimos años, por lo que el nuevo proyecto llegaba en el momento idóneo para ambos.

Los dos pretendieron desde el primer momento que Broken Bells no tuviese nada que ver con sus carreras anteriores, Burton dejó a un lado la producción para centrarse en el aspecto musical puro y duro, componiendo y tocando el órgano, el bajo y la batería en todos los cortes del disco y Mercer amplía, su ya de por si amplísimo registro vocal, con el uso del falsete y unos tonos mucho más graves que los que solía utilizar con su banda. El resultado es un disco homónimo de 10 canciones y solo 36 minutos, que son suficientes para dejar un excelente sabor de boca.

El hecho de ser una formación nueva, lejos de cualquier etiqueta previa, ha llevado a Broken Bells a trabajar de una forma muy cómoda, experimentando, innovando, dando rienda suelta a todo su talento, sin preocuparse por ser fieles a unas señas de identidad que los grupos se ganan a base de años y discos. Han conseguido un sonido característico, sin saber de quién de los dos tienen más influencias, ya que son muchas las canciones en las que se nota la mano de Burton, pero la voz y el buen hacer de Mercer hacen que en muchas ocasiones nos recuerden a su banda. Un entente cordial y una química perfecta entre ambos que se nota a lo largo de todo el disco.

¿Y que se puede escuchar en un disco en el que han participado al 50% un DJ y un cantante de pop-folk? Pues 10 piezas de pop sin más pretensiones, todas ellas cuidadosamente arregladas y con la tranquilidad como denominador común, sin grandes sobresaltos, con influencias muy marcadas, como los sonidos cien por cien reconocibles en los últimos trabajos de Beck o Gorillaz, en los que Danger Mouse era su productor, recuerdos a los primeros discos de los Shins, melodías y coros a lo Beach Boys, pinceladas de The Cure, de Blondie e incluso de Ennio Morricone y el más puro spaguetti western en el tema “Mongrel Heart”, como se puede comprobar, un abanico bastante amplio de sonidos.

La tarjeta de presentación y single de debut es "The High Road" una excelente canción, suena bien y suena distinto, con un inicio marcado por una deliciosa melodía de sintetizador y las palmas que acompañan a la voz de Mercer durante todo el tema. Perfectamente arreglada, con un coro magnifico y un final que me recuerda al Karma Police de Radiohead, y esos son palabras mayores. Un muy buen tema, posiblemente lo mejor del disco.




Personalmente creo que las otras dos grandes canciones de este Broken Bells son "Vaporize" y "The Ghost Inside". La primera de ellas es otra pequeña joya, la canción con mas influencias de los Shins, aunque con mucha más electrónica que en los temas de los de Alburquerque, en la que destaca el maravilloso sonido del organo Hammond y el variadísimo registro de voz de Mercer que lleva la canción a su terreno. La segunda de las dos es la pieza mas popera del disco, de nuevo Mercer juega con su registro vocal y tira de falsete para recordarnos a Prince en un tema diferente al resto de canciones del disco, posiblemente sea el tema más electrónico, pero que solventan con una nota altísima.

La neo-psicodelia y los sonidos más sesenteros no podían faltar en un disco tan variopinto como el de Broken Bells, quizás donde más se dejan notar es en el tema Your Head is on fire", donde los sempiternos Beach Boys y sus coros a lo Good Vibrations hacen acto de presencia.

Del resto del disco mucho a destacar, el piano en "October", los ramalazos de pop ochentero y chamber pop de los dos últimos cortes del disco "The Mall and the Misery" y "Mongrel Heart", este ultimo incluso con un guiño a Ennio Morricone y a las bandas sonoras de los típicos westerns americanos, y en general la delicadeza y a la vez contundencia con la que están ejecutadas todas las canciones del disco, algo que viniendo de quien viene es algo que se podía presagiar pero que queda perfectamente corroborado una vez escuchado el disco al completo.

Dicen que las mezclas no son buenas, pero cuando dos grandes artistas se juntan, a pesar de que sean de estilos diametralmente opuestos, es muy fácil que la cosa funcione, mucho más si entre los dos existe buena química como parece que existe en el caso de Broken Bells y sobre todo si los dos tienen esa palabra tan difícil de encontrar en la música actual… talento. Desconocemos si Broken Bells es un paréntesis en las carreras de estos dos grandes artistas o si por el contrario el buen resultado conseguido con este disco les servirá para continuar con su trabajo conjunto, sea cual sea la decisión que tomen Burton y Mercer nos quedará un más que variado y buen catalogo de canciones para recordarlos. Mientras tanto... a disfrutar.

martes, 13 de abril de 2010

Se ruega no molestar... Genios tabajando

El 2010 es un año cargadito de novedades musicales, son muchos los grupos que han elegido el presente año para presentar sus nuevos trabajos. Entre todos ellos había dos lanzamientos que esperaba y espero con más ganas que el resto, uno de ellos, el nuevo disco de Coldplay, que apuntan a que saldrá a finales de año, por lo que Chris Martin y sus chicos se harán un poquito de rogar, pero el otro ha salido antes de lo previsto, y no me refiero a que la fecha de su lanzamiento se haya adelantado, puesto que Sony la había fijado para el 13 de Abril, sino a que alguien filtró por la red el nuevo y esperadísimo trabajo de los neoyorkinos MGMT que nos han vuelto a sorprender con "Congratulations".



Después de que estos chicos de Brooklyn arrasasen en 2008, tanto en crítica como en ventas, con su "Oracullar Spectacular", para mi uno de los mejores discos de los últimos años, el nuevo trabajo de estos dos genios se hacía esperar con inquietud. En su primer trabajo dejaron claro que están fuera de toda corriente musical, o al menos es lo que pretenden, hacen lo que les da la gana, como les da la gana y cuando les da la gana y parece que no lo hacen nada mal, sino ¿cómo explicar que dos chavales de 20 años con apenas 10 canciones compuestas, un único disco, y un estilo de música poco convencional, firmen por una multinacional como Sony?

¿Las razones?, muy claras, en el Oracular Spectacular hay autenticas maravillas, canciones excelsas, joyas, obras de arte tales como "Weekend Wars" o "Time to pretend" y pelotazos comerciales como "Electric Feel" o "Kids" que han sonado hasta la saciedad en las pistas de medio mundo, por lo que Sony no dudo en convertirlos en millonarios de la noche a la mañana. El hipnótico sonido de las cajas registradoras impidió a la multinacional japonesa darse cuenta de que fichar a dos personajes como Ben Goldwasser y Andrew VanWyngarden más que un acierto, que lo es, algunas veces puede convertirse en un terrible dolor de cabeza.

Dos años después de su primer trabajo, comenzaron a preparar su segundo álbum de estudio y aquí empezaron los nervios de la compañía. Ben y Andrew estaban dispuestos a ir todavía más allá, y si en Oracullar Spectacular habían hecho lo que les había dado la gana, en este Congratulations iban a hacerlo mucho mas, eso sí, esta vez había notables diferencias, y es que tras escuchar el disco una y otra vez, los gurús de Sony se dieron cuenta de que en este disco no había ningún "Kids", ni ningún "Time to pretend", y las compañías muchas veces no entienden de talento… solo entienden de ventas.

Y es que "Congatulations" no tiene un sencillo claro, ni una canción que pueda funcionar bien en las listas de éxitos, pero es talento puro y duro. Es la confirmación de que MGMT son buenos, muy buenos, y que su anterior disco no era un bluff, son un grupo asentado, que enganchará a nuevos seguidores aunque a los quinceañeros de flequillo largo y vaqueros de colores no les haga mucha gracia no encontrar ningún "Kids" con el que puedan bailar el sábado en la disco, y pasarán por alto las influencias de Brian Wilson y los Beach Boys, los coros a lo Rocky Horror o el maravilloso sonido del órgano hammond… como diría José Mota "las gallinas que entran por las que van saliendo".

Para la parte técnica del disco han contado con la ayuda de Peter Kember, músico británico miembro de Spacemen 3, uno de los grupos más relevantes de la psicodelia ochentera, aunque han sido ellos mismos los que han llevado el peso de la producción. Congratulations es un disco excelentemente producido, sorprendentemente producido diría yo, con miles de matices sesenteros, setenteros, poperos, discotequeros, barrocos, psicodélicos, electrónicos… un amplísimo abanico de estilos que hacen que sea una delicia sentarse a escucharlo de la primera a la última canción. Eso sí, es un disco de varias escuchas, son tantos los matices y detalles que en una primera pasada no se puede apreciar la calidad del mismo.

Solo hace falta escuchar la primera canción del disco, "It’s working", para darse cuenta de que aquí algo ha cambiado, incluso ellos mismos tienen dudas de si este cambio de registro funcionará "how will I know if it’s working?" pues claro que funciona!! Un corte redondo que empieza sonando a post-punk británico y acaba recordando al Odessey&Oracle de The Zombies, alguien que se atreva a hacer eso tiene que rebosar talento por los cuatro costados.

Siguen sorprendiéndonos con el segundo de los cortes del disco, "Song For Dan Treacy", esta vez le toca el turno a sonidos más setenteros, sonidos reconocibles que nos recuerdan a la Velvet Underground o a Ray Davies y sus Kinks de principios de los 70. Aparecen los primeros ramalazos de psicodelia, sobre todo con el maravilloso sonido del órgano, excelentes también la batería y el bajo que consiguen una excelente base para el que posiblemente es el corte más rítmico y pegadizo de todo el disco.

Un pequeño descanso con "Someone’s missing", pequeño por la duración del corte, solo 2:30 y descanso porque es un tema mucho más lento que los que abren el disco. La voz de VanWyngarden nos sumerge en un universo cargado de psicodelia, muy al estilo del White Rabbit de Jefferson Airplane, pero en falsete y no con la voz grave de Grace Slick, para un tema que va in crescendo hasta acabar con un final puro funky, excepcional, y que no pega nada con el principio de la canción. Genios.

El primero de los no-singles que tiene Congratulations es "Flash Delirium", pese a ser la primera canción del disco que salió a la luz y tener video oficial, no sigue el patrón del típico single. Una canción sin estribillo, que va subiendo a medida que avanza la canción, con un principio en el que parece que es el mismísimo David Bowie el que canta, acompañado al órgano por OMD, maravilloso. Infinitos cambios de ritmos, coros sacados del Rocky Horror Picture Show y melodías al más puro estilo del Pet Sounds de los Beach Boys redondean una canción excelente y que solo unos pocos elegidos se pueden atrever a componer.



"I Found a Whistle" es la canción más melódica del disco, es una canción que tiene que sonar estupendamente solo con la guitarra acústica, aunque en la versión del disco han decidido darle un aire mucho mas psicodélico con ese sonido maravilloso del órgano y esa especie de zumbido que acompaña a la canción desde el principio. Como casi todo el disco, genial.

La canción donde realmente nos podemos hacer una idea del talento de MGMT es en la larguísima y épica "Siberian Breaks", 12 deliciosos minutos de canción, aunque realmente podemos decir que son 4 o 5 canciones totalmente distintas unidas, hasta tal punto que varias veces parece que empieza una canción nueva. Es la canción donde mejor se aprecian las influencias de la música de los 60, una oda a los años y el sonido de la era de la paz y del amor, al flower power, con maravillosas armonías vocales y un final cargado de psicodelia. Genial en todas sus partes, sobre todo en la primera, sonido california cien por cien puro The Association, y en ese final, menos sesentero pero sensacional, de rock progresivo.

"Brian Eno" es la canción con mas pinta de single de todo el disco. Es un claro homenaje a uno de los gurús de la música de los últimos 30 años, el productor Brian Eno. Es otra de las piezas más rítmicas del disco, esta si tiene una estructura clara de single con un estribillo bien definido. Ritmo machacón mezcla de Krautrock y Surf, un genial riff de guitarra entre estrofas, unos coros desenfadados y una parte central a ritmo de swing son las cosas más destacables de este gran tema. De la letra…mejor no hablar.

La única pieza instrumental de este Congratulations es "Lady Dada’s Nightmare", personalmente es la que menos me gusta del disco. Tiene un titulo sospechoso, y ese Lady Dada tiene toda la pinta de tener algo que ver con la señorita que canta, o al menos lo intenta, el "Poker Face". En algunos momentos, sobre todo al principio de la canción, me suena a banda sonora de película de Antena 3 a las 4 de la tarde, con una especie de aullidos de gato y un final que aunque arregla un poco el resto de la canción, no consiguen que termine de gustarme, resumiendo, me parece prescindible.

El disco se cierra con la canción que le da título, "Congratulations". Otra canción lenta, melosa, de nuevo con la guitarra acústica como protagonista y el sonido de la pandereta. Una canción que recuerda, y mucho, a "The Handshake" de su primer disco y que finaliza con unos aplausos, los mismos que les hubiera dado yo si los hubiese tenido delante, porque este Congratulations es para aplaudir.

Si me hubieseis visto la cara la primera vez que escuché el disco, o la que tengo ahora según escribo este artículo, os daríais cuenta de que me gustan y mucho. Creo que aúnan todo lo necesario para convertirse en un grupo de culto, canciones muy cuidadas y con influencias de los grandes de la música, de cualquier década pero grandes. MGMT tienen claro lo que quieren hacer, y creo que van a seguir haciéndolo en sus próximos trabajos. Actualmente son los alumnos más aventajados de la música indie, si es que se puede ser indie y pertenecer a Sony, y a diferencia de otros "genios", como los sobrevaloradísimos Animal Collective, su música es mucho más tangible y cercana. Estoy seguro que va a ser uno de los discos del año, mas para la crítica especializada que para las listas de éxitos, a mí ya me ha ganado, por eso solo tengo una palabra que decir a estos dos genios… Congratulations.