sábado, 2 de enero de 2010

Kasabian por fin suena a Kasabian

Lamentablemente para los que nos gusta la música procedente de las islas británicas, el talento o la calidad de los grupos ingleses en los últimos años es, a mi gusto, bastante mediocre. Salvo algunas, y conocidas por todos, excepciones, parece que nadie da con la formula para hacer, ya no solo buena música, sino algo distinto. Las ideas se han acabado, todo lo que nos llega no deja de ser más de lo mismo, cada día es más complicado que algún grupo tenga la capacidad de sorprendernos.

Kasabian, no son los Beatles, ni los Rolling, por supuesto que no, tampoco van a cambiar la historia de la música, pero si son una de las bandas mas notables del mal llamado “britpop” actual. Los muy puñeteros, tienen la frescura suficiente como para provocarnos cierta “sorpresa” cada vez que escuchamos alguno de sus trabajos. Exactamente esto, sorprenderme, es lo que me ha ocurrido con su último disco, “West Ryder Pauper Lunatic Asylum”, publicado el pasado mes de Julio.



Para los que no conozcáis a Kasabian, este es su tercer trabajo, el primero titulado “Kasabian” fue publicado en 2004 y a día de hoy es considerado uno de los mejores discos de la década por la crítica especializada. Singles como “Club Foot”, “L.S.F.”, “Processed Beats”, “Reason is Treason” o “Cut off” ocuparon los primeros puestos en las listas de éxitos, además, el hecho de acompañar a Oasis en su gira por Europa les proporcionó gran notoriedad entre el público, que confirmaron 2 años mas tarde con su segundo trabajo “Empire”. Las constantes comparaciones de la banda con los grupos creadores del sonido “Madchester”, como Stone Roses o Happy Mondays, o con bandas importantes de los 90 como Primal Scream u Oasis han hecho que cada trabajo de Kasabian sea esperado con impaciencia por crítica y fans.

Antes de que el disco saliese a la luz se podía prever un ligero cambio en el sonido de Kasabian, varias razones apuntalaban esta teoría, la primera, y de mayor peso, es que la dupla compositora de los dos primeros discos formada por Chris Karloff y Sergio Pizzorno se rompió tras la publicación del segundo disco con la marcha de Karloff del grupo, la segunda de las razones, es que el hombre elegido para la producción del disco fue Dan The Automator productor de reconocido prestigio en el mundo del rap y hip-hop responsable, entre otros, de los discos de Gorillaz. Con estos ingredientes se podía esperar que el sonido evolucionase hacía los ritmos bailables, música electrónica, disco-funk, etc. pero sin perder las raíces del grupo: sonido Madchester, psicodelia, potentes riffs de guitarra, en definitiva, sin perder el sonido de sus dos primeros trabajos.

Con “West Ryder Pauper Lunatic Asylum”, Kasabian logra solventar, lo que para mi, era su mayor problema, y es que en sus dos primeros discos la calidad de los singles, con respecto al resto de canciones que componían el disco, era bastante evidente, sobre todo en el segundo disco, demasiadas canciones de relleno, demasiada morralla, que provocaban que el disco no fuese del todo redondo. En su nuevo trabajo, y pese a que sigue habiendo canciones no tan buenas, logran que el disco sea muy compacto, que se pueda escuchar de principio a fin sin tener que preguntarse porque han incluido alguna que otra canción. Como bien dijo su guitarrista y compositor, Sergio Pizzorno, el disco se puede considerar como la banda sonora de una película imaginaria.

Una película que comienza de la mejor manera posible, con “Underdog”, segundo single del disco y una de las mejores canciones del mismo. Con un comienzo hipnótico y un potentísimo riff de guitarra, podemos notar ya desde el primer corte la mano de su productor. Sonido muy de los 70, psicodélico, adornado por la potente y característica voz de Tom Meighan, que incluso parece que hiphopea, todos estos ingredientes redondean un corte excepcional que abre el disco de una manera brillantísima.

Segunda canción y de nuevo otro de los mejores temas de este álbum, esta vez le toca el turno a la discotequera “Where did all the love go?”, canción con un ritmo muy intenso, con toques de música electrónica y algún que otro ramalazo oriental, que la convierten en un temazo muy bailable.

El tercero de los temas es “Swarfiga”, canción instrumental con aires psicodélicos y con un ritmo machacón y repetitivo que sirve de puente para mi preferida del disco “Fast Fuse”. Un temazo con mayúsculas, con un sonido de guitarra increíble, con un ritmo súper acelerado al mas puro estilo del garaje americano de los 60, de grupos como The Seeds o The Standells, una canción perfecta para pertenecer a la banda sonora de cualquiera de las películas de Tarantino. Solo un calificativo, genial.

“Take Aim” es un tema mas tranquilo, que viene bien después del subidón provocado por “Fast Fuse”, una vez mas la psicodelia está presente en esta canción, esta vez mezclada con algo de folk. La canción comienza con una sección de cuerda y viento que le proporcionan cierto intimismo a pesar de ser una canción muy bailable. Este corte es el primero de Kasabian en el que la voz solista es Sergio Pizzorno, con un resultado mas que aparente.

La canción “Thick and Thieves” es un reconocible homenaje a los hermanos Davies y a sus Kinks, una mezcla de pop y folk que es de lo menos relevante del disco. La pretenciosa “West Ryder Silver Bullets” es una de las dos canciones de este trabajo que parecen sacadas de un western, un western psicodélico, curiosa mezcla, es un tema totalmente americano que empieza con la voz de la actriz Rosario Dawson, tampoco es de lo mas destacable del LP, aun así es una buena canción.

El primero de los singles fue “Vlad The Impaler”, a pesar de no ser la mejor canción del álbum, es una excelente canción. Tiene un ritmo que engancha, un riff de guitarra distorsionada poderoso y un estribillo repetitivo con ese “Get loose, get loose” que acaba metiéndose en la cabeza. Este es otro de los temas en los que se nota más la labor de Dan The Automator. El título y el video de esta canción son acertadísimos, porque es cierto que la canción, sobre todo su principio, suena a película de terror de serie B, a aquellas películas de los 70 de Jess Franco y Paul Naschy. Un sonido muy conseguido.

“Ladies and Gentlemen, roll the dice” es una de las dos, podríamos decir, baladas del disco, es posiblemente la canción que suena mas sesentera. El sonido característico de la guitarra, los coros y el órgano son elementos comunes en grupos como Herman´s Hermits o incluso los primeros Rolling. Personalmente creo que Kasabian no son un grupo de baladas y aunque en todos sus trabajos anteriores proponen un par de ellas, creo que se manejan mucho mejor y con mejor resultado en otro tipo de canciones.

Psicodelia beatleiana para la siguiente canción, “Secret Alpahabets”, un tema en medio tiempo con unas conseguidas armonías vocales, al mas puro estilo del “Revolver” de los 4 de Liverpool y un final mas que decente con una sección de cuerda, a pesar de esto, la canción está un poquito por debajo del resto del disco.

Tenemos que irnos hasta el penúltimo corte del álbum para encontrar otra de las joyitas que nos esconde este “West Ryder Pauper Lunatic Asylum”. Se trata de “Fire”, el segundo de los temas que suenan a western. Un tema que empieza sonando a blues que nos recuerda a The Doors, pero que rompe en un estribillo discotequero, con coros muy setenteros al mas puro estilo de Boney-M, si, si, de Boney-M. Un tema excepcional, magníficamente resuelto por los de Leicester, que sin duda está entre sus mejores canciones.



El disco se cierra con una balada, “Happiness”, la segunda canción interpretada por Pizzorno, con un ligero tufillo a Primal Scream. Un final de disco con cierta elegancia, la que le proporcionan la guitarra acústica y el piano y que remata con un coro femenino de gospel, quizás demasiado presuntuoso. Definitivamente pierden fuerza y calidad cuando se meten en temas lentos.

Un excelente trabajo, con una producción muy cuidada, posiblemente su mejor álbum, no llega a ser una obra maestra, eso es algo muy complicado, pero nos proporciona las suficientes razones como para confiar en sus próximos trabajos, y sobre todo consigue eliminar de un plumazo la etiqueta de Kasabian como aquel grupo que se parece a Oasis, a Primal Scream o a otros grupos. A partir de “West Ryder Pauper Lunatic Asylum”, Kasabian suena a Kasabian y eso es un paso muy importante, ah y por cierto… suena estupendamente.

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